Adiós 2017. Bienvenido 2018

¿Qué tal hermosos lectores? Espero que hayan tenido una muy feliz navidad, les deseo un prosperó año nuevo. Este es el último post de este año, una despedida a este año que se va, y una bienvenida al que viene.

Hace aproximadamente tres años que vengo buscándome, es decir, buscando un  sueño, una razón por la cual luchar y darle sentido a mi existencia.

Tengo una familia que me ama, de eso no tengo ninguna duda, sin embargo, muchas veces me he sentido una intrusa como si no perteneciese a está, y no solo a mi familia, sino al mundo en general. Muchas veces he sentido como si fuera a enloquecer, he llorado sin razón, de repente estoy bien, y de un momento a otro desea desaparecer. Muchos de los que me conocen dirán pero eres cristiana, no debes sentirte así, debes estar siempre gozosa, porque el señor es gozo. Intente aferrarme a esa palabra, incluso llegue a pensar que si me sentía de esa forma es porque Dios no está o no estaba en mi corazón. Hoy comprendo que no es así. Que como ser humano que soy, que siente y padece puedo deprimirme e incluso desear morir.






 A lo que quiero llegar es a lo siguiente. Pensé que este año sería más de lo mismo, y como siempre soy yo, me equivoque.



Este año me encontré a mi misma, encontré algo que me apasiona, que me hace sentir ser yo misma. A mi alrededor nadie me comprende, me han llamado loca, porque he dejado de comprarme unos zapatos por comprar un libro.

Hoy sé que este es mi lugar, hoy sé que cuando me sienta triste puedo recurrir a mi mini biblioteca tomar un libro, sumergirme en un mundo nuevo para alejar uno que me lástima, que no me dejar ser.




Agradezco a Dios todas las cosas que ahora tengo, agradezco a Dios por hacerme tal como soy, loca aveces, extraña otra tantas.  Hubo ocasiones en la que me obligue a cambiar para poder encajar en un grupo, intenté ser aceptada matando mi esencia, durmiendo mi ser, para al final darme cuenta que quién realmente te quiere a su lado te aceptará tal cual eres.



Hoy lo comprendí, quizás tarde, quizás no. Despido este 2017 con alegría, lo despido con aquella soledad que me deprimía y que ahora me hace reírme de mi misma, lo despido sabiendo que no fue malo, ni bueno, que fui yo quien le dio esos adjetivo.

Gracias por las lágrimas, las risas, las decepciones, por los nuevos amigos, por el nuevo trabajo, por los nuevos sueños, por las nuevas metas, por los amores que se fueron, por lo que llegaron, por lo que ya no están, por lo que se quedaron, por la abundancia, por la escasez, por las traiciones, por aquellos que me lastimaron, por aquellos que me apoyaron, por las noche sin luna, por el día sin sol, por aquellos que mintieron para culparme, por lo que se acercaron con la verdad.



Gracias 2017 y dile al 2018 dieciocho que lo espero, que es bienvenido, pero que venga con la certeza de que no encontrará aquella chica que no se conocía, sino que encontrará una que sabe lo que quiere, cuando lo quiere, y por que lo quiere.



Adiós 2017. Bienvenido 2018