Blake Lively y Anna Kendrick son una combinación imparable; su química y carisma hacen que no quieras despegarte de la pantalla en ningún momento
La
polémica actriz Blake Lively estrena una nueva película en la plataforma
Prime Video, y desde que vi el anuncio supe que necesitaba verla. Pero
dos cosas interesantes ocurrieron.
La primera fue descubrir que esta película es una secuela de otra protagonizada por las mismas actrices en 2018, titulada Un pequeño favor (A Simple Favor). Basada en el libro que lleva el mismo nombre, de la escritora Darcey Bell
La
historia original gira en torno a Stephanie (Anna Kendrick), una madre
soltera y vloguera de manualidades, que entabla una amistad aparentemente
inocente con Emily (Blake Lively), una sofisticada ejecutiva de
relaciones públicas. Pero cuando Emily desaparece misteriosamente, Stephanie
decide investigar, desenterrando secretos oscuros que convierten la película en
un juego constante de apariencias, engaños y giros inesperados.
Blake
Lively brilla con una fuerza imparable en su interpretación de Emily: un
personaje enigmático, seductor y peligroso. La cinta fue un éxito indiscutible
para la industria. Con un presupuesto de 20 millones de dólares, logró recaudar
casi 100 millones tras su paso por cines.
En la
secuela, Otro pequeño favor, la historia nos traslada a Capri,
donde Emily está por casarse con Dante, el cabecilla multimillonario de
una familia mafiosa. Stephanie se ve obligada a asistir al enlace para evitar
que Emily la denuncie por haberla convertido en la protagonista de su novela
sin su consentimiento; y, de paso, la influencer y escritora espera aumentar
las ventas de dicho libro.
Lo
segundo: estas películas se nos venden como comedias, y aunque sí manejan un
humor bastante negro, lo cierto es que ese aspecto cómico es casi inexistente.
Lo que realmente predomina es una historia llena de intriga, toques
de acción y una carga considerable de suspenso y misterio. Los giros
de trama, aunque no demasiado sorprendentes, mantienen al espectador atento,
siempre esperando lo que ocurrirá a continuación.
Blake Lively y Anna Kendrick son una combinación increíble. Su química, sus actuaciones y su carisma frente a las cámaras hacen que esta película no pase desapercibida. Son ellas quienes sostienen el peso emocional y narrativo de la historia, haciendo que no quieras despegarte de la pantalla ni un segundo.
La
secuela sigue muy de cerca el hilo de la primera entrega, por lo que recomiendo
ver Un pequeño favor antes de adentrarte en Otro pequeño favor,
para disfrutar la historia en su totalidad y no perderte ningún detalle.
El final,
aunque no especialmente sorprendente, deja el escenario abierto, con la clara
intención de que en un futuro la historia continuará.
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